lunes, 2 de enero de 2012

No puedo evitarlo, me pongo a andar por el Centro Histórico y mis pasos terminan siempre frente al reciente concluido edificio de la Plaza Domingo Gascón y me hace recordar que aún no tiene nombre. Me empieza a preocupar las rampas de entrada a dicho edificio. Hace tanto tiempo que no llueve, que el día que lo haga ¿serán capaces los minúsculos sumideros de tragar todo el agua sin que dicho líquido llega a los sótanos del flamante edificio?. ¿Qué ocurrirá con los areneros de los escuálidos árboles que han puesto a la entrada, sustituyendo a los frondosos árboles talados?, ¿serán un “pipican” antes de que las lluvias los arrastren hacia los escuálidos sumideros?. No hay papeleras, ni hay bancos en torno a la plaza. Solo un edificio, una muestra más de lo que se puede hacer con mucho dinero y prepotencia. No hay espacio de juegos infantiles sobre el techo del reciente terminado edificio, como se dijo en un principio, ¡¡que es encosterado!!, ¡¡ en una ciudad como la nuestra donde tenemos barrios en muelas y en vaguadas!! Y donde recientemente se ha inaugurado un nuevo ascensor para acercar a los vecinos de las vaguadas a las muelas. Y para seguir con la mofa a estos ciudadanos de Teruel, le han enclavado en lo alto del edificio unas zonas ajardinadas que si no dieran risa darían grima. Una obra más a añadir al expediente de i/responsabilidades políticas, que nadie asume en la ciudad de Teruel.

No hay comentarios: