El PP nos pide esfuerzo y comprensión a la subida de IRPF,
del IVA, del IBI, de horas de trabajo, a la subida de número de parados en el
INEM, al copago/repago, al recorte en servicios públicos, a la gran ayuda que
se le está dando a la banca. Y nos encontramos con un alcalde en el
Ayuntamiento de Teruel que rizando el rizo nos quiere justificar que es
necesario liberar a un concejal porque es necesario organizar bien un
ayuntamiento con más de trescientos trabajadores y una concejal porque tiene
que estar pendiente de la económica de la Casa Consistorial.
Me surgen varias preguntas ante tamaña desfachatez, pues
esto lo propone tras echar a la calle a catorce trabajadores, tras subir
precios en actividades deportivas y en las escuelas de educación infantil,
amortizar nueve plazas más de trabajadores, recortar en becas y en educación. ¿No
se fía de los técnicos del ayuntamiento ni de intervención para que una
concejal –de la que no se conoce sus conocimientos y capacidades en economía-
la pongan al frente con un sueldo anual de dos técnicos? ¿No sería más coherente
que si es necesario más o mejores técnicos, o mejoras en intervención se
invierta directamente en ello? ¿Cuál es la moralidad de un alcalde que
justifica la necesidad de mejorar el rendimiento de la plantilla de
trabajadores del ayuntamiento, poniendo a un concejal liberado, al frente de
ellos tras desaparecer veintitrés puestos de trabajo en este ayuntamiento?. ¿no sería más coherente que si es necesaria
una mejor gestión del personal se incida en este departamento?. En la empresa
privada se contrata al personal tras méritos contrastados, excepto que la incompetencia
del empresario la lleve a la quiebra.
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