domingo, 5 de agosto de 2012

Cuando lo democracia se convierte en dictablanda.


Yo no vote a ningún gobierno que no fuera español. Yo no vote a un partido que no creyera en los servicios públicos. Por no votar,  no vote al partido que en este momento gobierna España, porque al igual que no se le pide peras al olmo, me es imposible creer que las ideologías de derechas mantengan el bienestar social basándose en los servicios públicos.
Tras ocho meses  de gobierno del Partido Popular  entretejiendo  mimbres de la crisis financiera, mimbres de  unas economías imposibles de CCAA del PP, mimbres neolibarales y mimbres de Alemania y del FMI… han tejido una cesta de la que ha desaparecido  cualquier atisbo de bienestar social. Pero por si había alguna duda, la Cospedal  se permite amenazar a aquellas CCAA que no sean del PP. El Gobierno se permite amenazar a FACUA . Repsol se permite alojarse en una web xenófoba y homófoba. La directiva de RNE/RTVE se permite  destituir a profesionales que practican la crítica constructiva.
Cuando al campo se le ponen vallas y se electrifican  y a los que están dentro se les pone pijama de rayas, ya poco tiene que ver con el gesto que empezó con un voto democrático.
Nos  han convertido en una dictablanda,  porque aún contamos con los derechos de manifestación  y de elección ¿pero cuanto queda de lo que disfrutábamos hace nueve meses atrás?

No hay comentarios: