Quizás llame más la atención las noticias sobre empresas privadas a las que se les ha dado millonarias (y pensemos en euros, pues si fueran en pesetas algunas subvenciones serían billonarias) subvenciones y han ido a la quiebra, pero no nos olvidemos de las empresas, fundaciones y demás sociedades públicas, donde la responsabilidad de sus “gerentes” ante una nefasta gestión a brillado por su ausencia.
Ahora ya somos conscientes de cuantos millones de pérdidas cuesta que cuatrocientos y pico privilegiados, en un mercado de varios millones de trabajadores, no acudan a su puesto de trabajo – quede claro que me refiero a los controladores aéreos -.
Y para no terminar este texto hablando solo de perdidas, quiero recordar que hay una gran parte de ciudadanos que ven como cada vez que acuden a las gasolineras a repostar se ha encarecido el precio del combustible. Ya lo dijo Rudolf Virchow, La libertad no es poder actuar arbitrariamente sino la capacidad de hacerlo sensatamente.
Ahora ya somos conscientes de cuantos millones de pérdidas cuesta que cuatrocientos y pico privilegiados, en un mercado de varios millones de trabajadores, no acudan a su puesto de trabajo – quede claro que me refiero a los controladores aéreos -.
Y para no terminar este texto hablando solo de perdidas, quiero recordar que hay una gran parte de ciudadanos que ven como cada vez que acuden a las gasolineras a repostar se ha encarecido el precio del combustible. Ya lo dijo Rudolf Virchow, La libertad no es poder actuar arbitrariamente sino la capacidad de hacerlo sensatamente.
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