Reaparecen individuos en el escenario político que solo escucharlos (sin analizar lo que dicen, sin pensar lo que pronuncian), - solo oírles - hace daño pensar que existe una carrera llamada filología. Son personas que se comen la “d” por ejemplo, acabao, ordenao, terminao, ganao... En fin lo dicho, son personas que se comen, que no pronuncian la “d” de democracia.
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