“Estoy es lo que hay”, frase que se oye cada vez con más
persistencia desde la toma de posesión de Mariano Rajoy como Presidente de
España el 21 de diciembre de 2011. Fecha desde la que ha pretendido, según su
discurso, disciplina total en el gasto.
Algo que parece ser que no practican ni practicaron las CCAA del Partido
Popular.
Hemos comprendido los ciudadanos, porque había desfases de inversiones
de obras, entre los presupuestos iniciales y el precio final de las mismas. Los
españoles empezamos a asimilar que Bárcenas había tenido en Suiza – hasta más
de cinco mil trescientos millones (5.324.352.000 de pesetas)- pero y ¿los
sobresueldos mensuales de los cargos del Partido Popular que hay que sumar a
esta cantidad? ¿ y las dietas, gastos de representación, regalos...?. Pues
parece ser que la crisis actual no solo nos la ha traído la banca y la burbuja
inmobiliaria, añadamos los daños colaterales producidos por dichas donaciones a
un partido, que sonreía mientras nos contaban los recortes laborales, la perdida
en bienestar social y la modificación de derechos. Que nos han mentido y han
proyectando una imagen nefasta del gobierno español en Europa. Que han
sobreutilizado eufemismos hasta llegar a la desfachatez. Y que vemos como la
palabra democracia se va tiñendo de negro debido al abandono social del
Gobierno hacia sus ciudadanos, a la puesta al borde del precipicio de muchas
familias, al luto por los suicidios y a la judicialización de todas aquellas
declaraciones y actos que les molestan. Han hecho gala de la peor contabilidad
creativa, del uso más rancio de la
filología y de la utilización ideológica más devastadora. “Esto es lo que hay”
¿sin ni siquiera haber llegado a diciembre del 2012?. Ya lo dijo R. Niebuhr La
democracia ha surgido de la idea de que sí los hombres son iguales en cualquier
respecto, lo son en todos
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