domingo, 26 de mayo de 2013


Llama la atención que de veintidós mujeres asesinadas por violencia de género, solo cinco habían denunciado, pero es más preocupante aún que la escala de violencia hacia los hijos/as, o saber que los hijos/as han presenciado como su madre ha sido asesinada.
Participo todos los primeros jueves de mes en la concentración que en Teruel hacemos contra la violencia de género y en memoria de las mujeres que cada mes van incrementado tan triste estadística. Actividad que consiste además en unos minutos de silencio, silencio que quiero romper para gritar que algo más se puede hacer.
Esta fallando algo cuando estos asesinos se vuelven contra sus propios hijos/as para también asesinarlos, o cuando no les preocupa la presencia de ellos/as ante el acto más violento que nadie pueda imaginar.
Seguro que políticamente algo más se puede hacer por dar una salida a estas situaciones sin que haya resultado de muerte, seguro que los medios de comunicación y la sociedad también podemos insistir que siempre hay una salida. Que no hay que esperar a salir con los pies por delante. 
Exijamos más casas de acogida, más programas sociales en el Ayuntamiento, en la Comarca, en la Diputación Provincial. Más puestos de trabajo para mujeres en riesgo. Más programas de educación, más programas de sensibilización.
Ya lo dijo Asimov, la violencia es el último recurso del incompetente.

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